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Todo acerca de las proteínas en polvo

Si eres una persona que realiza ejercicio frecuentemente, seguro has escuchado hablar de las proteínas en polvo, o muy probablemente las habrás probado; pero incluso si no eres alguien que practique algún deporte, seguro también las conoces.


Es muy común que en el ámbito fitness se vean esta clase de productos, pero antes de ingerir algo, debemos saber todo acerca de ello, incluyendo ventajas y contraindicaciones, para saber tomar decisiones de manera más crítica y constructiva para nuestra salud.



Para empezar, debemos saber que existen distintos tipos de proteínas en polvo a partir de una amplia variedad de fuentes. Entre ellas tenemos:

  • Las de origen vegetal que pueden ser a base de soya, chícharo, cáñamo, lenteja, alfalfa, quinoa, etc.

  • Las de origen animal, estas por lo regular son a base de caseína, suero de leche, clara de huevo y carne.

También hay mezclas entre ellas; de rápida o lenta dispersión, de mejor digestibilidad, sin lactosa, orgánicas, con y sin sabor. Todas y cada una de ellas para ajustarse a tus necesidades.



Una de las más grandes interrogantes que surgen a la hora de hablar de proteínas en polvo es ¿Sólo los deportistas pueden y deben ingerirlas? No. De hecho, muchos doctores se las recetan a adultos mayores con falta de apetito o que su dentadura ya no es lo suficientemente fuerte como para deshacer los alimentos. También para personas que están por debajo de su peso ideal, o que por alguna condición clínica requieran una mayor ingesta de proteínas. O simplemente personas sanas que quieren complementar su alimentación con ellas.


Beneficios


· Acelera el metabolismo

· Favorece el descenso de peso

· Fomenta el desarrollo de masa muscular

· Controla el apetito

· Fortalece el sistema inmunológico

· Incrementa los niveles de serotonina

· Disminuye la ansiedad


*Si vas a entrenar, se recomienda consumirla antes (al menos 30 minutos) y después, ya que, repara y protege el tejido muscular.


Riesgos


· Aparición de acné

· Inflamación abdominal

· Excreción de calcio, provocando debilidad ósea (osteoporosis). Esto sucede porque las proteínas tienen pH ácido, y como el cuerpo necesita contrarrestarlo lo hace sacando calcio de los huesos, ya que estos contienen pH alcalino.

· Aumento de peso (si se excede en el consumo)

· Retención de líquido

· Dificultad de digestión


Para concluir, queremos compartirte las cantidades -recomendadas por expertos- que deben consumirse. Una persona que se entrena debería incorporar diariamente entre 1.8 y 2 gramos de proteína por kilo de su propio peso para contribuir a la regeneración de células de los músculos. Por otro lado, la Organización Mundial de la Salud dice que la cantidad ideal para personas que no realizan ejercicio es de 0,8 por kilogramo de peso por día.



Ahora puedes tomar una decisión mucho más pensada al respecto. Pero siempre recuerda que debes consultar a tu médico para que él te diga lo que es mejor para tu cuerpo.

 

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